Clima
Situado a 888 metros del nivel del mar, Torres goza de un clima Mediterráneo con una temperatura media anual de casi 16 grados. Es característico de este tipo de clima que se den grandes diferencias en las temperaturas extremas a lo largo del año. Sin embargo, a pesar de que los inviernos son fríos -pudiendo bajar de los 0 grados-, los veranos no son tan calurosos como ocurre en el resto de la provincia. Aunque en ocasiones el termómetro puede alcanzar los 38 grados a lo largo del día, las noches suelen ser mucho más frescas. Por lo tanto, si va a visitar el pueblo en verano no olvide echar en la maleta algo de abrigo además de su gorra y sus gafas de sol.
Las precipitaciones se registran en otoño, invierno y primavera, con una media anual de 700 milímetros cuadrados. Puntualmente, se dan tormentas torrenciales que ya han marcado la historia de esta localidad. Desde el siglo XV, se han documentado fuertes tormentas que han provocado importantes daños tanto materiales como personales. Los más significativos ocurrieron en 1843, cuando las aguas torrenciales que cayeron el 1 de septiembre -festividad de San Gil- y la crecida de los cauces dividieron al pueblo en dos y arrastraron 55 vidas humanas hasta la muerte. De esta manera quedó configurada la emblemática Rambla de San Gil, lo que ahora es todo un símbolo para el pueblo.